No es poner excusas, inventarse tonterías, creerse diferentes,o hacérselo creer a los demás. Es estar cuerdo, sereno y tranquilo y descubrir que no quieres ser así y que preferirías estar como otro cualquiera, como la última opción de tu cabeza. Es tener miedo de tu padre, escuchar gritos a todas horas, y tener castigos sin motivos, es que nadie te entienda y en quien confías, quien creías tu alma gemela no se preocupe. Es sentirse solo, intentar disfrutar y que nadie venga a darte un abrazo. Es que me has fallado tía.
Es miedo, de quién debes confiar
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