Salvaje y natural

miércoles, julio 20

Hombres, cabrones, machos


Su piel suave, fina, y tersa, coloreaban el cuerpo de la mujer a la que adorada. Sus ojos marrones y su largo pelo adornaban su alargada cara. Son adjetivos de la chica perfecta, en serio, era preciosa, y su sonrisa, dios mío que gran sonrisa, te iluminaban los ojos, y cuando te mantenía la mirada...despertabas...o así lo era a los ojos de los otros. Como soy así de tonto y desesperado, decidí hablar con su mejor amiga, total, seguro que no le dirá nada. Tal cual esperaba, me dio su consejo, y la esperanza de hablar con ella.
No pasaron 5 meses, cuando por fin me dí cuenta de que hablaba más con esta amiga suya, más maja, más interesante, más divertida, más yo. Sus infinitas pestañas escondían una tímida mirada con un mundo entero por descubrir, y sus profundos ojos verdes no hacían más que darme la necesidad de profundizar en ellos. Su boca era irresistible y su imperfecta sonrisa era la que quería ver a todas horas. Su pelo, ni planchado,ni muy arreglado era genial para entrelazar mis dedos y dejar que todo siga, tan cómodos, tan naturales, tan nerviosos..

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