Salvaje y natural

sábado, octubre 22

Quedamos para estudiar ¿?

El contacto de un hielo con tu piel ¿?
Tú debes estar muy nerviosa, y yo solo veré la piel que te rodea. Pensarás que son tus imperfecciones, tu intimidad, yo solo sé que estaremos juntos de verdad. Como la otra vez, pero sin aquella barrera. Aquel muro rojo se fue, ahora yo te lleno.


Como lugar, tu cama. Admitámoslo, esa alfombra que tienes rasca. Por muchas vueltas que demos, no es nuestro destino ni aunque esté llena de cojines o mantas.
Además, me encantan esas sábanas blancas tan suaves que tienes, tu colchón duro, tu edredón mullidito y tu cuerpo acostado a mi lado.
Me gusta besarte, dormir a tu lado, y saber que al despertarme solo nos interrumpirá la luz que se cuela entra tus cortinas. Tu habitación es preciosa, es preciosa cuando tú estas dentro.
Te enfriaría el cuello, te acariciaría la espalda, y vería en un instante como se te pone la piel de gallina con el frío de mis dedos. Solo el de arriba sabe lo feliz que sería en estos momentos.
Te haría estremecer, te llenaría de escalofríos, te miraría tanto, te miraría tanto que no te vería con la realidad  de mi parte. A todas horas, incluso lo pasarías mal. Pero tranquila, yo eso no lo permitiría nunca.
Sigamos con los hielos, las pruebas, los besos lentos....
Admitamos cuanto nos queremos.

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