Salvaje y natural

sábado, septiembre 3

Después de unas buenas fiestas, toca lunes


El poder de la imaginación...aquel día me fascinó. Estaba jugando en nuestra preciosa casa, a oscuras, a las tinieblas. Cuando me encontró, en el mejor sitio, tuvo que adivinar quien era así que empezó a tocarme. Primero la cabeza, le gustaba el olor de mi pelo y lo suave que le resultó. Después, girándome la cara con sus dos manos en mis mejillas intentó, con el paso del tiempo, que eran segundos reales, que abriese los ojos, sin éxito. Después me explicó que brillaban, que así me adivinaría mejor. Bajó las manos hacia mis hombros, y por detrás, hasta la cintura, se detuvo, espero, y me acercó a él. Me puse nerviosa, sabiendo que debía estar tranquila. Nos rozabamos ya, cuando estaba con sus manos en mi cadera, y apretandome contra él acercó su cara, se pelo y me susurró "Estás pillada, búscame dónde sabes que no voy a estar". No se si eran los nervios, los escalofríos o incluso el miedo que me paralizó, y de repente exploté de la burbuja. Me sentía inquieta sin poder moverme, callada me giré, y arrepintiéndome fui a buscarle.

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